5.19.2013

CAPÍTULO 37

A la mañana siguiente, me desperté con un dolor muy grande en mi mano derecha. Abrí los ojos y me encontré con Niall abrazado a un enorme cojín. No pude contener la risa y solté una carcajada. Pero, él se despertó de repente y dijo: -¿Dónde está (tu nombre)? Me voy a cargar a Eoghan, ¿qué te ha hecho? -Tranquilo Niall, estoy aquí contigo. Ha sido un sueño. No es real. - le dije, acariciándole el pelo. -Lo siento, (tu nombre). Es que había tenido una pesadilla terrible. - dijo tembloroso. -¿En serio? ¡Pues yo he tenido un sueño magnífico! Y lo mejor de todo, es que tú salías en él. -¿Y qué pasaba exactamente? - dijo, esta vez muy interesado. -No sé... Me da un poco de vergüenza... No importa, Niall. Seguro que te ríes. Es una tontería. -Cuéntamelo. Tranquila, te prometo que no me reiré; salvo que me haga muy feliz, ¿de acuerdo? - dijo sonriendo. -Bueno, pues... Tú y yo estábamos en esta casa, con un bebé entre nuestros brazos, y... - dije, con las mejillas sonrojadas. -¿De veras? - dijo muy contento -Lo sabía. Es muy estúpido. No debería haberte dicho esto. Me dio un abrazo y me elevó en el aire, gritando: -Hay dos cosas con las que me has hecho feliz hoy: Una es que hayas soñado conmigo. Y la otra es porque hayas soñado una cosa tan especial como eso. No me habría imaginado en toda mi vida que alguna chica soñase eso conmigo. Eres increíble.
-Mu...Muchas gracias. No pensé que dirías eso, Niall. - dije, muy sorprendida por su respuesta. -¿Lo ves? Nos has hecho felices a los dos, con solo contar un sueño. Jajaja. Nos reímos los dos a la vez. Niall miró la pantalla de su móvil y eran las 9.30, así que le dije: -Bueno, voy a ir a cambiarme, ¿vale? Ahora vengo, no tardo nada. -Claro. Además, yo también tengo que ir a ponerme otra ropa, porque esta noche he dormido con esta. Y la verdad, es que me he traído casi todo el armario conmigo. Jajaja. - dijo, mientras yo me iba hacia mi habitación, para ver qué me ponía.
Me alegré al pensar en que esa noche no pasase nada. Aún así fue una noche sencillamente mágica y muy especial para mí. Cogí la ropa que iba a poner y entré en el cuarto de baño para darme una ducha de agua fría, que eran las que me despejaban la mente.
Pero, se me había olvidado echar el pestillo de la puerta. Y... cuando me estaba liando la toalla, se abrió la puerta y vi que era Niall; pensaba que era Harry, y pegué un grito, porque me asusté mucho, a parte de que sentía mucha vergüenza de estar en esa situación. -¡Lo siento, (tu nombre)! ¡De verdad que no sabía que estabas aquí! ¡Tranquila, solo venía a coger una toalla para darme una ducha en el baño de abajo! Ya me voy. Por cierto, estás muy guapa con la toalla liada. -No pasa nada, yo ya me iba. Puedes ducharte aquí mismo, si quieres. Iré a mi cuarto a cambiarme. - le dije, sonriendo, aunque un poco nerviosa. -¡Ah, vale! Muchas gracias. - dijo aliviado. -Y... ten cuidado... porque me he duchado con el agua fría, así que deja que se caliente, porque la he puesto a tope de congelada.

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