-Mu...Muchas
gracias. No pensé que dirías eso, Niall. - dije, muy sorprendida
por su respuesta. -¿Lo ves? Nos has
hecho felices a los dos, con solo contar un sueño. Jajaja.
Nos reímos los dos a la vez.
Niall miró la pantalla de su móvil y eran las
9.30, así que le dije:
-Bueno, voy a ir a cambiarme, ¿vale? Ahora vengo, no
tardo nada.
-Claro. Además, yo también tengo que ir a ponerme otra ropa, porque
esta noche he dormido con esta. Y la verdad, es que me he traído
casi todo el armario conmigo. Jajaja. - dijo, mientras yo me iba
hacia mi habitación, para ver qué me ponía.
Me
alegré al pensar en que esa noche no pasase nada. Aún así fue una
noche sencillamente mágica y muy especial para mí.
Cogí la ropa que iba a poner y entré en el cuarto de baño para
darme una ducha de agua fría, que eran las que me despejaban la
mente.
Pero,
se me había olvidado echar el pestillo de la puerta. Y... cuando me
estaba liando la toalla, se abrió la puerta y vi que era Niall;
pensaba que era Harry, y pegué un grito, porque me asusté mucho, a
parte de que sentía mucha vergüenza de estar en esa situación.
-¡Lo siento, (tu
nombre)!
¡De verdad que no sabía que estabas aquí! ¡Tranquila, solo venía
a coger una toalla para darme una ducha en el baño de abajo! Ya me
voy. Por cierto, estás muy guapa con la toalla liada.
-No pasa nada, yo ya me iba. Puedes
ducharte aquí mismo, si quieres. Iré a mi cuarto a cambiarme. - le
dije, sonriendo, aunque un poco nerviosa.
-¡Ah, vale! Muchas gracias. -
dijo aliviado.
-Y... ten cuidado... porque me he duchado con el
agua fría, así que deja que se caliente, porque la he puesto a tope
de congelada.
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