-(Tu
nombre)...
Cuenta el número de estrellas y sabrás cuanto te quiero. - dijo,
dándome un largo y apasionado beso. -Tengo miedo. - dije, cortando así
nuestro bien comenzado beso. -Tranquila, bajaremos y no hablaremos con nadie, excepto con
Harry. Se lo contaré y a ver lo que dice. Ese Eoghan no merece tener
sangre irlandesa corriendo por sus venas.
-Tú eres el chico perfecto.
Eres irlandés, tienes los ojos más bonitos en los que me pierdo
siempre que me miras, pelo rubio, divertido, simpático, leal... Y
así hasta el fin de los tiempos... - No me di cuenta y dije todo
eso, por pensar en voz alta. (Uno de mis defectos)
-¿De
verdad piensas eso de mi? Por cierto, nunca había escuchado una
descripción tan bonita sobre mis ojos. Jajaja. - dijo, abrazándome
fuertemente, no dejándome ir.
Volvimos
a la primera planta, ya que mi tía ya debería tener las pizzas, y
nos moríamos de hambre.
-Espera, Niall. Voy a ponerme
una venda nueva, porque esta ya la he puesto perdida. - dije.
-Déjame que lo haga yo, (tu
nombre).
Es solo poner unas vendas. No tiene mayor complicación.
Niall me vendó la mano nuevamente. Y
volvimos con los demás.
-¡Prima,
prima! Os he guardado unos trozos a cada uno, porque casi se los
comen todos. - murmuró Greg.
-¡Muchas gracias, Greg! - dijimos Niall y yo
al unísono.
-¿Y dónde habéis estado? -
preguntó.
-Hemos estado mirando el cielo. La Luna está
preciosa esta noche, ¿quieres venir luego con nosotros a verla? -
dije, mientras Niall me miraba sonriendo.
-¡Sí, sí! ¡Vamos los tres juntos! ¡Bien! -
dijo Greg muy ilusionado.
A
continuación, nos fuimos hacia la cocina, aunque los demás estaban
en el salón.
Terminamos
de comer, y Harry se acercaba hacia nosotros.
Le estuvimos contando lo que me había pasado, incluido lo
de la mano.
Luego, fuimos en busca de Greg, y vimos que estaba
hablando con Eoghan.
-Niall... ¿Puedes acercarte tú, por favor? No sé...
es que... me da cosa estar cerca de él. - le pedí a Niall.
-Está
bien, princesa. - dijo dándome un dulce beso en la mejilla.
Niall fue corriendo hacia Greg y él saltó a sus brazos. Greg le dio
un fuerte abrazo. Y
pensé: Niall
sería un gran padre.
-Ve con ella, pequeñajo. - dijo Niall soltándole
mientras Greg corría emocionado hacia mi.
-¡Hola, canijo! ¿Has cenado bien? - le
pregunté, a la vez que le daba un enorme achuchón.
Niall vino
hacia mi abrazándome tiernamente.
Mi tía se acercaba a nosotros y nos dijo entre risitas:
-Parecéis un matrimonio con su hijo pequeño.
¡Qué monada! De verdad, no estoy bromeando. Jejeje.
Nial y yo nos miramos durante un segundo
como diciendo: ¿Te
lo imaginas? Sería genial. Pero,
le dije a mi tía que nos llevábamos a Greg a ver las estrellas a la
terraza y ella asintió sonriente.
Acto
seguido, le cogí de la mano a Greg, mientras Niall le cogía de la
otra.
-La verdad, es que tu tía lleva
razón, princesa. Pareces una mamá de verdad. Jajaja. ¡Qué gracia!
- dijo Niall sonriendo ampliamente.
-¡Lo mismo te digo, Niall! - dije.
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