5.16.2013

CAPÍTULO 22


Salimos hacia los jardines, y le pregunté a Niall con la mirada fija en él:
-¿A dónde vamos? Él me miró con una sonrisa, y eso respondió claramente a mi pregunta; y pensé Sinceramente, me da igual. Porque donde sea que vayamos, voy a estar con él. Los dos juntos. 
Cuando llevábamos unos 10 minutos paseando, Niall paró y me dijo:
-¡Es aquí! Pensé que tenías hambre, y se me ocurrió traerte aquí. ¿He acertado?           -Es... perfecto, Niall. - le dije al oído.
Niall sonrió ampliamente y susurró.
-Lo suponía.                                                                                                Seguido de esas palabras, entramos en la cafetería y me senté, mientras Niall iba a pedir a la barra.
Al terminar, pagó Niall y nos dirigimos hacia un banco que había en frente del lago donde estuvimos paseando hace unos días y le dije a Niall:  
-Niall... ¿Cuándo os parece bien que nos vayamos? Porque mi tía me dijo que nos podíamos ir mañana, si no os parecía muy pronto. 
-A mí me da igual, con tal de estar contigo, (tu nombre). Tú dime donde y cuando y allí estaré.
-Entonces, tendré que avisar a mi tía de que os viene bien mañana, ¿no?                    -Sí, y yo también debería decírselo a Harry. - dijo mirando hacia el hotel. 
-Bueno, pues iré a hacer mis maletas, porque salimos a las tres de la tarde, después de comer; así que... hasta mañana, Niall. 
-Que duermas bien, princesa. - dijo él despidiéndose con un beso. 
-Hasta mañana – dije.
-Contaré los segundos de cada minuto. Los minutos de cada hora. Hasta verte mañana. - murmuró.
Me di la vuelta y no miré atrás, porque sabía que si lo hacía no podría parar de mirarle y correría para abrazarle y darle un beso sin fin.
Cuando volví al hotel, me tumbé en la cama y me puse el pijama, pero unos pocos minutos después, me quedé dormida. Pero, me desperté de mi dulce sueño al escuchar la puerta de la habitación y vi que era mi tía.
-¿Ya has vuelto? - dijo ella con una sonrisita en los labios.
-Sí... Niall me ha dicho que nos podemos ir mañana, después de comer. - le expliqué, con la voz muy suave. 
-Perfecto! ¿Estás muy cansada? Porque, si quieres podemos bajar y tomamos algo en el restaurante del hotel. - dijo.
-Tengo mucho sueño. Estoy agotada. - dije bostezando. -Bueno, pues bajaré y comeré yo. 
-Hasta mañana. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario