-¡Dios
mío! ¡Está lloviendo a cántaros! ¡Apenas puedo ver la carretera!
- gritó mi tía.
-¡Me encanta! - dije
emocionada.
-¿Te gusta la lluvia, (tu
nombre)? - me preguntó
Niall.
-Sí... Me gusta mucho... ¿A ti no, Niall? - dije interesada.
-Pues... la
verdad, es que no me gusta mucho la humedad y el frío. Pero, si a ti
te gusta, a mi también. - respondió, con la mirada en el suelo.
-Eres monísimo,
Niall. - le dije, dándole un beso, corto pero especial.
-Gracias – susurró con una sonrisa en los
labios.
Estuve
un largo rato mirando como caían las diminutas gotitas por el
cristal de mi ventana, hasta que Niall se echó en mi regazo, y se
quedó mirándome todo el rato. Aunque, yo hacía como si no me diese
cuenta. Me puse roja, porque no me cabía en la cabeza lo que me
estaba pasando.
Pero...
estaba segura de una cosa: Estaba
total e irrevocablemente enamorada de él.
Después,
giré la cabeza y miré a Niall, pero él se había dormido.
Así
que, opté por encender el iPod.
(que me había regalado mi tía el año pasado por mi cumpleaños)
Me puse los auriculares y comenzó a sonar 'Flightless
Bird' de Iron
& Wine (la
canción que bailan Edward y Bella en Crepúsculo)
Me relajaba mucho esa canción.
Pero,
esta vez, me relajó tanto, que me quedé dormida.
*Narra
Harry*
Estuve
la mitad del viaje durmiendo, pero la otra mitad, me la pasé
observando a (tu
nombre)
y Niall. Estaban muy unidos. Locamente enamorados. Sin darse cuenta,
hablaban uno del otro siempre que podían. Niall se había convertido
en un romántico total. Y (tu
nombre)
se había convertido en una parte de su vida.
Se amaban. En cuanto la vimos por
primera vez, supimos que entre ellos pasaba algo. Y... la verdad, es
que hacen muy buena pareja. Jejeje.
Niall ha encontrado a esa persona, de la que no se
separa nunca; como si se necesitasen el uno al otro. No pueden vivir
separados.
A mí
también me gustaría encontrar a esa persona, pero todavía hay
tiempo, porque al fin y al cabo, solo tengo 18 (casi 19) años.
Pasados unos 20
minutos, me dijo la tía de (tu
nombre):
-Bueno, ya hemos llegado, Harry.
Pero,
giré la cabeza y pude ver que nuestra parejita seguía durmiendo.
-Pues, creo que a ellos
no les va a importar que hayamos llegado o no. Jajaja.
Salimos
del coche, dejándoles durmiendo en la parte de atrás del coche.
*Narras
tú*
Estaba
tiritando del frío que hacía, así que me acurruqué al lado de
Niall, y él me abrazó cálidamente. De repente, sentí que todo el
frío que tenía se había esfumado dejando un agradable calorcito
alrededor de mi cuerpo.
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