5.29.2013

CAPÍTULO 39


Cuando nos terminamos el té, me levanté y fui hacia la enorme pared de cristal por donde se podía ver el bosque que había rodeando la casa. Unas manos rodearon dulcemente mi cintura y solté una pequeña risita. -¡Estaba buenísimo, (tu nombre)! Muchas gracias – susurró Niall, retirándome el pelo de la cara. -De nada, Niall. Me alegro mucho de que te haya gustado. - le respondí acompañándome de una sonrisa. -Ahora recuerdo que hoy teníamos algo planeado, ¿no, (tu nombre)? - dijo pensativo. -Es verdad. ¡Ahora vengo! Fui hasta mi habitación y cogí las dos guitarras para que tocásemos los dos juntos, como acordamos el día anterior. Pasé a la sala de estar y vi a Niall mirando los discos de música que había en las estanterías.
Me senté delicadamente en el sofá que había más cerca de la ventana y empecé a afinar un poco la guitarra. De repente, Niall se dio la vuelta y se quedó observándome como me desenvolvía con la guitarra, pero yo no me daba cuenta. Pasados unos cortos minutos, se acercó sigilosamente. -Estás monísima tocando la guitarra, (tu nombre). - murmuró. -Gracias, Niall. - dije, quitando la mirada de las cuerdas de mi guitarra. Él cogió la otra guitarra, la cual había dejado apoyada a mi lado. -¿Comenzamos, princesa? - dijo, mientras afinaba. -¡Claro! - respondí sonriendo.
Empezamos a tocar y Niall cantaba mientras rozaba con delicadeza y dulzura las cuerdas de la guitarra.
Me quedaba continuamente mirándole, pero él seguía con la mirada fija en la guitarra. Cuando terminamos, Niall se acercó a mi y la dejó con mucha las guitarras sobre la enorme alfombra color violeta, que se extendía por la mayor parte de la habitación.
-Ha sido muy... especial, Niall. Me ha encantado poder tocar contigo. - dije con una sonrisa en los labios. - Lo mismo digo. Pero, no me gusta que hayas dicho tocar contigo, porque lo has dicho como si yo fuese especial... - Es que... eres muy especial... para mí... - continué. - No... me refiero a que lo dices como si fuese alguien superior, con el que nunca te habrías imaginado estar, alguien extraño. - siguió, esta vez con la mirada clavada en el suelo. - ¡No! No, Niall. No es por eso. Es porque me gustas mucho y simplemente me ha parecido fantástico el haber tocado con una persona como tú; con mi irlandés favorito; con Niall James Horan.
Él cortó mi explicación dándome un beso; aunque no me importó en absoluto que lo hiciese. 
 

5.19.2013

CAPÍTULO 38


Me puse esto http://www.polyvore.com/she_wolf/set?id=81392450 y bajé a la cocina a coger algo de desayuno. Cuando llegué a mi destino en ese momento, vi a Eoghan preparando café, pero fui directa al frutero y me cogí una manzana. Seguidamente, empecé a calentar agua para hacerme un té. Él todavía no se había dado cuenta de que estaba allí. O por lo menos, hasta que no crucé mi brazo por su cara, para bajar el azúcar.
-Hola... - le dije. 
-Ah... Hola, (tu nombre). - respondió, sin mirarme. 
-Lo de la anoche... no me gustó nada. ¿Por qué lo hiciste, Eoghan? Pensé que eras un buen chico. Pero, de verdad que no entiendo el porqué de este cambio tan brusco en ti. - dije, mientras sacaba los paquetes de Twinings de su caja. 
-Mira... Yo no te voy a mentir. Me gustas mucho, (tu nombre).
-Eoghan, tú ya sabes que Niall y yo estamos... juntos, ¿verdad? Y yo te quiero, pero como primo, o sea, eres mi familia. Eres como un hermano para mi. Lo siento mucho. A continuación, le di un pequeño beso en la mejilla. Él se fue hacia el sofá y yo seguí con lo mío. Estaba echando el agua hirviendo con mucho cuidado en las tazas, pero noté que alguien me cogía de la cintura. 
-Eogh...
Entonces, me giré y vi que era mi querido irlandés y me interrumpió con un dulce beso. No paramos hasta pasados unos 10 minutos. -¡Hola, princesa! - dijo sonriente. -Toma, te he preparado un té. - le dije, dándole la taza. -¡No me digas que a ti también te vuelve loca el Twinings, (tu nombre)! - murmuró sorprendido. -Pues... sí. ¡Cuidado! ¡Que quema mucho! - grité. -Bueno, en ese caso, ¿me podría indicar dónde están los cubitos de hielo, señorita? - dijo, mientras dibujaba una sonrisa en mi cara. Abrí el congelador, y le pregunté: -¿Cuántos quiere, señor Horan? -Dos, por favor. Le eché los dos hielos que me pidió. -Muchas gracias, señora Horan. - dijo él, dándome un delicado beso en la mejilla. Yo me sonrojé y le pregunté tartamudeando un poco: -¿Quieres que desayunemos al salón de la planta de arriba? -Será todo un placer.
Subimos las escaleras y Niall se sentó en el sofá de un salto. -¿Por qué me has preguntado si desayunábamos aquí, (tu nombre)? - dijo curioso. -Es que... Eoghan estaba abajo. Y pensé que sería un poco incómodo que estuviésemos los dos juntos con él. ¿NO te parece? -Sí. Además... seguro que le abría pegado un puñetazo en las narices, después de lo que te hizo. Jajaja. -Niall... ya hemos hablado de esto. Tienes que olvidarlo. ¿Me hizo daño? Sí. Pero, ya ha pasado. Lo más importante es que estamos juntos... -...Y Harry... - continuó Niall, mientras nos reíamos de esas últimas palabras suyas.

CAPÍTULO 37

A la mañana siguiente, me desperté con un dolor muy grande en mi mano derecha. Abrí los ojos y me encontré con Niall abrazado a un enorme cojín. No pude contener la risa y solté una carcajada. Pero, él se despertó de repente y dijo: -¿Dónde está (tu nombre)? Me voy a cargar a Eoghan, ¿qué te ha hecho? -Tranquilo Niall, estoy aquí contigo. Ha sido un sueño. No es real. - le dije, acariciándole el pelo. -Lo siento, (tu nombre). Es que había tenido una pesadilla terrible. - dijo tembloroso. -¿En serio? ¡Pues yo he tenido un sueño magnífico! Y lo mejor de todo, es que tú salías en él. -¿Y qué pasaba exactamente? - dijo, esta vez muy interesado. -No sé... Me da un poco de vergüenza... No importa, Niall. Seguro que te ríes. Es una tontería. -Cuéntamelo. Tranquila, te prometo que no me reiré; salvo que me haga muy feliz, ¿de acuerdo? - dijo sonriendo. -Bueno, pues... Tú y yo estábamos en esta casa, con un bebé entre nuestros brazos, y... - dije, con las mejillas sonrojadas. -¿De veras? - dijo muy contento -Lo sabía. Es muy estúpido. No debería haberte dicho esto. Me dio un abrazo y me elevó en el aire, gritando: -Hay dos cosas con las que me has hecho feliz hoy: Una es que hayas soñado conmigo. Y la otra es porque hayas soñado una cosa tan especial como eso. No me habría imaginado en toda mi vida que alguna chica soñase eso conmigo. Eres increíble.
-Mu...Muchas gracias. No pensé que dirías eso, Niall. - dije, muy sorprendida por su respuesta. -¿Lo ves? Nos has hecho felices a los dos, con solo contar un sueño. Jajaja. Nos reímos los dos a la vez. Niall miró la pantalla de su móvil y eran las 9.30, así que le dije: -Bueno, voy a ir a cambiarme, ¿vale? Ahora vengo, no tardo nada. -Claro. Además, yo también tengo que ir a ponerme otra ropa, porque esta noche he dormido con esta. Y la verdad, es que me he traído casi todo el armario conmigo. Jajaja. - dijo, mientras yo me iba hacia mi habitación, para ver qué me ponía.
Me alegré al pensar en que esa noche no pasase nada. Aún así fue una noche sencillamente mágica y muy especial para mí. Cogí la ropa que iba a poner y entré en el cuarto de baño para darme una ducha de agua fría, que eran las que me despejaban la mente.
Pero, se me había olvidado echar el pestillo de la puerta. Y... cuando me estaba liando la toalla, se abrió la puerta y vi que era Niall; pensaba que era Harry, y pegué un grito, porque me asusté mucho, a parte de que sentía mucha vergüenza de estar en esa situación. -¡Lo siento, (tu nombre)! ¡De verdad que no sabía que estabas aquí! ¡Tranquila, solo venía a coger una toalla para darme una ducha en el baño de abajo! Ya me voy. Por cierto, estás muy guapa con la toalla liada. -No pasa nada, yo ya me iba. Puedes ducharte aquí mismo, si quieres. Iré a mi cuarto a cambiarme. - le dije, sonriendo, aunque un poco nerviosa. -¡Ah, vale! Muchas gracias. - dijo aliviado. -Y... ten cuidado... porque me he duchado con el agua fría, así que deja que se caliente, porque la he puesto a tope de congelada.

CAPÍTULO 36


Llegamos al piso de arriba y Niall dijo, advirtiéndole a Greg: 
-Ten cuidado, peque. No vaya a ser que te pase como a (tu nombre), ¿eh?                           -Es verdad, Greg. Haz caso a Niall, ¿vale? -dije, mirándole a Niall, mientras él me devolvía una sonrisa. -¡Vale! -asintió el pequeño. Nos sentamos en el chill-out y mientras Niall me jugaba con mi pelo: -Es muy bonito, ¿verdad, Greg? - pregunté mirando al cielo. Entonces, Greg bostezó y miré la hora en la pantalla del móvil de Niall. ¡¡Eran las 11.30 p.m.!! -¡Anda, ven, canijo!Vente con nosotros, ¿vale? - dijo Niall, señalando la “cama”, por así decirlo, en la que estábamos sentados él y yo. Cogí a Greg en brazos y se quedó dormido en sus brazos. Niall miraba la forma en la que mecía al pequeño. -Esto se te da muy bien, (tu nombre). - murmuró. -¿Quieres cogerlo tú un rato, Niall? - le pregunté. Él asintió con la cabeza y se lo acerqué con cuidado.
Pasado un rato, me tumbé porque estaba un poco cansada de estar todo el rato sentada y me quedé mirando las estrellas y pensé en lo que me había dicho antes Niall: “Cuenta el número de estrellas y sabrás cuanto te quiero.” Y giré la cabeza para mirarlo una vez más, y él seguidamente, dejó a Greg apoyado sobre unos cojines que había a su lado y se tumbó a mi lado. -Estás temblando, (tu nombre). - dijo. -Sí, es que tengo un poco de frío. Me acurruqué apoyada en su pecho, mientras él tarareaba una melodía que me resultaba muy muy familiar. -Estás tarareando 'The Man Who Can't Be Moved'. ¿Verdad, Niall? -Sí. Pero, ¿Cómo lo sabes? - dijo impresionado. -Es que, hace unas semanas la saqué con la guitarra. Jajaja. Es una de mis canciones favoritas y cuando estoy triste la canto. -A mi me pasó lo mismo, desde que la canté en el concurso de Lluvia de estrellas, Jajaja. ¿Te apetece que mañana la toquemos juntos, (tu nombre)? -¡Claro, Niall! ¡Estoy impaciente! - dije con una gran sonrisa en mi cara. Greg seguía dormido. Yo tenía mucho sueño (eran las 12 de la noche), y le dije a Niall bostezando: -Niall... Tengo mucho sueño. -¿Sí? La verdad, es que, yo también. - dijo uniéndose a mi bostezo. -Buenas noches, Niall – dije regalándole un beso.                                                                        -Buenas noches, princesa.
Nos dormimos abrazados. Este fue un momento más que guardar en el cajón donde iba almacenando los recuerdos que tenía con él.   

CAPÍTULO 35


-(Tu nombre)... Cuenta el número de estrellas y sabrás cuanto te quiero. - dijo, dándome un largo y apasionado beso.                                                                       -Tengo miedo. - dije, cortando así nuestro bien comenzado beso.                                    -Tranquila, bajaremos y no hablaremos con nadie, excepto con Harry. Se lo contaré y a ver lo que dice. Ese Eoghan no merece tener sangre irlandesa corriendo por sus venas. -Tú eres el chico perfecto. Eres irlandés, tienes los ojos más bonitos en los que me pierdo siempre que me miras, pelo rubio, divertido, simpático, leal... Y así hasta el fin de los tiempos... - No me di cuenta y dije todo eso, por pensar en voz alta. (Uno de mis defectos) -¿De verdad piensas eso de mi? Por cierto, nunca había escuchado una descripción tan bonita sobre mis ojos. Jajaja. - dijo, abrazándome fuertemente, no dejándome ir.
Volvimos a la primera planta, ya que mi tía ya debería tener las pizzas, y nos moríamos de hambre. -Espera, Niall. Voy a ponerme una venda nueva, porque esta ya la he puesto perdida. - dije. -Déjame que lo haga yo, (tu nombre). Es solo poner unas vendas. No tiene mayor complicación. Niall me vendó la mano nuevamente. Y volvimos con los demás. -¡Prima, prima! Os he guardado unos trozos a cada uno, porque casi se los comen todos. - murmuró Greg. -¡Muchas gracias, Greg! - dijimos Niall y yo al unísono. -¿Y dónde habéis estado? - preguntó. -Hemos estado mirando el cielo. La Luna está preciosa esta noche, ¿quieres venir luego con nosotros a verla? - dije, mientras Niall me miraba sonriendo. -¡Sí, sí! ¡Vamos los tres juntos! ¡Bien! - dijo Greg muy ilusionado. A continuación, nos fuimos hacia la cocina, aunque los demás estaban en el salón.
Terminamos de comer, y Harry se acercaba hacia nosotros. Le estuvimos contando lo que me había pasado, incluido lo de la mano. Luego, fuimos en busca de Greg, y vimos que estaba hablando con Eoghan. -Niall... ¿Puedes acercarte tú, por favor? No sé... es que... me da cosa estar cerca de él. - le pedí a Niall. -Está bien, princesa. - dijo dándome un dulce beso en la mejilla. Niall fue corriendo hacia Greg y él saltó a sus brazos. Greg le dio un fuerte abrazo. Y pensé: Niall sería un gran padre. -Ve con ella, pequeñajo. - dijo Niall soltándole mientras Greg corría emocionado hacia mi. -¡Hola, canijo! ¿Has cenado bien? - le pregunté, a la vez que le daba un enorme achuchón. Niall vino hacia mi abrazándome tiernamente. Mi tía se acercaba a nosotros y nos dijo entre risitas: -Parecéis un matrimonio con su hijo pequeño. ¡Qué monada! De verdad, no estoy bromeando. Jejeje. Nial y yo nos miramos durante un segundo como diciendo: ¿Te lo imaginas? Sería genial. Pero, le dije a mi tía que nos llevábamos a Greg a ver las estrellas a la terraza y ella asintió sonriente.
Acto seguido, le cogí de la mano a Greg, mientras Niall le cogía de la otra. -La verdad, es que tu tía lleva razón, princesa. Pareces una mamá de verdad. Jajaja. ¡Qué gracia! - dijo Niall sonriendo ampliamente. -¡Lo mismo te digo, Niall! - dije.

CAPÍTULO 34


-Niall... Aquí no, por favor. - le dije, bajándome de encima de la encimera, dado que no me parecía muy correcto hacer eso delante de todos. -Lo siento, (tu nombre). Es que no me puedo resistir. - respondió.
Nos fuimos de la cocina, y nos sentamos en el sofá del salón. Niall se puso a mi lado, rodeando mi cintura y dándome besitos por toda la cara. 
 -¡Hola, preciosa! ¿Dónde has estado? - me dijo Eoghan, tumbándose a mi lado.                   -Hola... Eoghan. He estado con... -¡Con su novio! - me interrumpió Niall un poco cabreado, alejándome del lado de Eoghan.                                                                    -Emmm... Creo que mi madre me está llamando. Mejor me voy. - dijo mi primo un poco incómodo. -Por favor, Niall. Te agradecería bastante que no le hablases en ese tono a Eoghan. Tú solo pasa de él, ¿vale? Deja que hable con él y se lo aclararé todo. - dije.
Fui a buscar a mi primo, pero vi que no estaba en la planta; así que opté por buscarlo en la planta de arriba. Llegué a mi habitación y vi que estaba allí.                              -Eoghan... Tenemos que hablar... - le dije mirando para otro lado. Él se acercó fugazmente hacia mi y me tumbó en mi cama. -Sí... Ya lo creo que tenemos que hablar. - dijo sonriendo. Grité bien fuerte, porque no me esperaba eso de mi primo y dije a voces: -¿Pero que haces, Eoghan? ¡Para! ¡Déjame en paz!
Y... En ese momento, me dio un beso. Yo no quería pero él no me soltaba. Me agarró de las manos fuertemente y volví a gritar, porque me hizo mucho daño en la que tenía herida. -¡Me estás haciendo daño! ¡Por favor, Eoghan! ¡Para! ¡Para, por favor! 
De repente, vi a Niall en la puerta de la habitación y me miró con cara de decepción. Se dio la vuelta y desapareció. -¿Estás contento? ¡Mira lo que has hecho! ¡Suelta! ¡No me toques, Eoghan! - grité desesperadamente. Le pegué una potente patada en sus partes y me fui corriendo de mi cuarto. Buscaba a mi querido irlandés, porque ahora sí le necesitaba. Subí hasta la terraza y vi que estaba allí. Apoyado en la barandilla, admirando las estrellas. Pero, me paré y miré mi mano malherida. Estaba sangrando y dejé unas gotitas que llevaban hasta mis pies.
Me acerqué sigilosamente hacia Niall y cuando estaba lo bastante cerca de él, me fijé en que por su mejilla se deslizaban unas transparentes y delicadas lágrimas. En ese momento, él se giró y vio mi mano dejando un rastro de sangre por detrás de mi. -¿Qué te ha hecho ese gilipollas, (tu nombre)? - exclamó. -Niall, yo le estaba buscando por el piso de arriba para explicarle que yo te quería a ti y no a él. Pero cuando fui a ver en mi cuarto, él me tumbó en la cama, me agarró de las manos e hizo sangrar mi herida. Le dije que parase y que me dejase en paz, y él no me soltaba. Me besó, pero yo le pegué una fuerte y dolorosa patada ahí; y seguidamente salí corriendo en tu busca. Y... aquí estoy. - le expliqué. -¡Soy un imbécil! ¿Cómo he podido pensar en que me estabas engañando? ¡No te merezco! ¡Lo siento tanto, (tu nombre)! - dijo con la mirada baja. -No digas eso, Niall. Yo te quiero. Y tú... ¿Me quieres? - pregunté. 

CAPÍTULO 33


Nos fuimos del lado de Mollie y nos dirigimos hacia la cocina; pero Harry me cogió de la mano y me llevó lejos de Niall. Yo no dije nada.                                                -¿Cómo te ha hecho eso, (tu nombre)? ¡Se supone que “ahí” no te cortas la mano!                 - murmuró, mientras me he escondía de los ojos de Niall. -Estábamos en la terraza. Me resbalé con un tablón y me pinchado con una astilla que había sobresaliendo de la madera. N... No es nada. Tranquilo. Estoy bien. - dije con la mirada clavada en el suelo. -¿Y por qué demonios estabas corriendo por esos malditos tablones de madera? No lo entiendo. -Es una historia larga, ya te la contaré. Pero, lo que importa es que esté bien mi mano. Así que lo demás sobra.
Me solté bruscamente de la mano de Harry, y me fui a la cocina, donde estaba mi irlandés hablando con Philipe. Estuve escuchando su conversación. -¡Hola, hijo! ¿Qué tal? ¿(Tu nombre) te ha enseñado la casa? - dijo mi tío.                                                             -S...Sí... Es una casa... preciosa. Tienen un gusto exquisito. - dijo Niall tembloroso. -Chico... Hacéis muy buena pareja, aunque estarás cansado de que te lo digan. - dijo Philipe, mirando en mi dirección. -Jajaja. Sí, nos lo dicen continuamente. Pero no pasa nada. Yo la amo enormemente. Ahora forma parte de mi vida. - murmuró mi irlandés. Yo me acerqué a él y le di un sensual beso, juntando nuestros labios cálidamente. Philipe le estrechó la mano a Niall diciéndole al oído:                                      -Tú también de la suya, que lo sepas. A partir de ahora, formas parte de nuestra familia. Niall paró, y separamos nuestros labios mientras los suyos iban a parar a la mejilla de mi tío, pero no conseguí descifrar lo que le dijo. 
Mi tío se fue hacia el salón, donde estaban hablando Harry y Eoghan.
-¡Hey, Niall! ¿Os está gustando estar aquí? Lo siento por no haber avisado de que venían los demás; pero me llamaron mientras estábamos en el coche, y como vosotros estabais durmiendo no os pude avisar. Jejeje. - le dijo mi tía a Niall. -No pasa nada, tranquila. Además; creo que Harry ha hecho muy buenas migas con Eoghan. ¡Por cierto! ¿Por qué tiene un nombre irlandés si es francés? - dijo Niall pensativo. -¡Ah! Es que su padre es irlandés y su madre es francesa (mi hermana). Jajaja.- dijo mi tía , mientras nos reíamos de la noticia los tres. -Ahora me cae un poco mejor. Jajaja. - dijo Niall, aunque yo sabía que no le hacia mucha gracia. -Bueno, ¿Qué queréis para cenar? Había pensado en encargar unas pizzas, pero necesito saber de qué la pido. - dijo mi tía sonriente. -¡Barbacoa! - gritamos Niall y yo al unísono.
En ese momento, nos echamos a reír los dos y mi tía dijo: -Bueno, si lo tenéis tan claro, no doy más vueltas. Jajaja. Ella cogió el teléfono y encargó las pizzas.                   -¿Te lo estás pasando bien, Niall? - le pregunté. Él me rodeo de la cintura y me juntó a su cuerpo. -Por supuesto que sí. Pero sería mejor si no estuviese tu primito acosándote cada dos por tres. -¡Niall! ¡No digas eso! Además, yo solo me fijo en ti, así que no tiene nada con lo que vencer a mi príncipe irlandés, ¿verdad? - dije acariciando sus heladas mejillas. Pero, de repente, me subió a la encimera de la cocina y me robó un beso.

CAPÍTULO 32


Me hice un corte muy profundo en la palma de la mano, al haberme pinchado con una astilla que sobresalía de un tablón de madera que había en el borde de la piscina. Comenzó a salir sangre de la herida, Niall me cogió en brazos y me dijo: -No te preocupes, (tu nombre). Estoy aquí. Te voy a llevar al baño y te curaré esa herida, ¿vale?
Entramos en el cuarto de baño, y le dije a Niall con la voz sollozante: -El botiquín está detrás de ti, Niall. -De acuerdo. Puede que esto te escueza un poco. Tranquila, no mires a la herida, mira hacia mi, ¿eh? Será un momento. Cuando me echó el agua oxigenada, me ardía la mano y se me escapó una lágrima, pero él puso un dedo en mi mejilla y la eliminó por completo. -¿Te duele mucho, (tu nombre)? Todo ha sido por mi culpa, Dios mío! ¡Lo siento tanto, (tu nombre)! -Tranquilo. No es culpa tuya. Es que soy muy patosa. ¡Muchas gracias! Siempre estás cuidando de mí y nunca te lo he agradecido lo suficiente. -No, mujer. No me des las gracias. A fin y al cabo, un príncipe debe cuidar de su princesa y aquí estamos. Sus palabras volvieron a dibujar una enorme sonrisa en mi cara y a continuación, en la suya.
-¡Oh, Dios! ¡Lo siento! - dije mirándome la herida. -¿Pides perdón por sangrar? No sé, lo veo un poco estúpido. Porque... he sido yo quien ha hecho que corrieses y que te resbalases. -Bueno, lo peor ya ha pasado. Ahora, solo queda vendar la herida. - continuó. -¡Vale! - respondí sonriendo. Él estuvo un buen rato liando vendas en mi pequeña y ahora delicada mano.
-¡Listo, (tu nombre)! - dijo aliviado. -¡Muchas gracias... Niall! - dije, lanzándome a sus brazos. Nos quedamos abrazados, pero de nuevo apareció Harry, y a espaldas de Niall me hizo un gesto poniéndose el dedo índice en la boca y susurrando: -Ya me voy... Yo le respondí con una sonrisa y él se alejó; mientras yo lo hacía poco a poco de Niall. -C...Creo que ya tenemos que bajar a cenar... Niall. - dije, con un tono de voz nervioso. -Menos mal, porque tengo un hambre increíble. Jajaja. - dijo entrelazando nuestras manos y llevándome hacia la cocina.
Cuando estábamos bajando las escaleras, Mollie vino hacia mi y me dio un enorme abrazo. Ella me quería mucho, porque para ella era como la hermana mayor que nunca tuvo, y me dijo muy preocupada: -¿Q...qué te ha pasado, (tu nombre)?                        Yo le sonreí y le dije para que no se preocupase: -No es nada... es que... me he... cortado. (en cierta manera era cierto) -¡Tienes que tener más cuidado! - dijo sonriendo. -No te preocupes, Mollie. Yo estaré siempre a su lado, para que esté a salvo, te lo prometo. - dijo Niall dándome un dulce beso en la mejilla y jugando con mi pelo.

CAPÍTULO 31


-¡Es precioso! - dijo muy impresionado. 
-Sí, es muy romántico, ¿verdad? Los dos suspiramos y luego fuimos de la mamno hasta la piscina, de aguas cristalinas que había a 3 metros de nosotros.                            -La piscina está genial, (tu nombre). Tus tíos tienen muy buen gusto, al igual que tú. Seguramente, lo has heredado de ellos. Jajaja. Esas palabras dibujaron una sonrisa en nuestras caras y nos quedamos mirando a la luna, la cual ya se podía ver con claridad, dado que estábamos en invierno y ahora se hacía de noche antes que en verano.
Estuvimos admirando los cambios de colores en el cielo, mientras el Sol dejaba paso a la noche. -La Luna está impresionante esta noche. - dije mirando al cielo. Niall no estaba mirando a otra parte que no fuesen mis ojos. Lo cual me ponía un poco nerviosa, y a veces me temblaban las piernas. -Sí... estás... quiero decir... está preciosa. - tartamudeó. -Ven, Niall.
Nos tumbamos en un chill-out que había a nuestro lado y mirando las estrellas, entablamos nuestra famosa y repetida varias veces, conversación de miradas. Niall estuvo todo el rato acariciando mi pelo, mientras yo me apoyaba en su pecho. -Que tranquilidad. Me quedaría así hasta el fin de los tiempos. - pensó en voz alta. Entonces, nuestros labios se rozaron, pero los separamos de inmediato. -¡Pero bueno, chicos! ¿Ya estáis otra vez? - dijo Harry. -¿Qué haces aquí, Harry? - pregunté un poco molesta, por la interrupción. -Pues... Tu tía, me había dicho que viese la casa y he llegado aquí. Acto seguido, os he visto y pensé que estabais haciendo otra cosa. - resaltó “otra cosa” – ¡Y aquí estoy! -¡Vete ya, tío! - gritó Niall, arrojándole un cojín que tenía cerca. -Bueno, bueno. Pero no le hagas daño, ¿eh, Niall? Y si tienes alguna duda, pregúntame lo que quieras. Recuerda que siempre voy a estar ahí para vosotros. ¡Ah! También va por ti, (tu nombre). Jejeje. -Créeme que lo haré, Harry. - le dije, riéndome sarcásticamente. -Ya me voy. Estaré por aquí, ¿eh? - dijo, alejándose de nuestro lado.
Cuando Harry se fue, le dije a Niall, levantándome: -Niall... -¿Sí, (tu nombre)? -Necesito ir la baño. Ahora vengo, ¿vale? -Por supuesto, princesa. - dijo recostándose, mientras yo iba hacia la puerta del baño.
Entre en el baño, para prepararme por si pasaba algo, porque Más vale prevenir que curar; y después, me fui a mi cuarto, a cambiarme de ropa. 
Me puse esto http://www.polyvore.com/cgi/set?id=82640336&.locale=es , y volví con Niall. -¡Qué mona! - dijo Niall; mientras íbamos corriendo el uno hacia el otro.                                                    -¡Cuidado, (tu nombre)! - gritó.
Entonces, me resbalé con un tablón de madera y al apoyarme con las manos...

CAPÍTULO 30


Niall me dio la mano, y fuimos directos a mi cuarto. Cuando entramos, los ojos de Niall fueron directos a las dos guitarras que estaban al lado de mi cama. -¡Tienes la misma guitarra que yo! - dijo él, señalando la de la izquierda. 
Esa guitarra era una Freshman y la otra una Taylor. -¡Sí! Parece que tenemos gustos parecidos para ciertas cosas. Jajaja. - nos reímos a la vez. -¿Tocamos algo, princesa? - me preguntó. -Vale. Toma. - le di la guitarra de la izquierda, porque la que solía utilizar yo era la de la derecha. -¿Quieres que toquemos Little Things? -¡Perfecto! - dije con una enorme sonrisa dibujada en mis labios.
Nos sentamos en mi cama, y comenzamos a tocar. Íbamos cantando los dos juntos, hasta que llegó la parte de Harry, en la que canta antes que Niall, y él dejó de cantar. Me quedé sola cantando, pero no paré; mientras él seguía acompañando con la guitarra, pero... De repente, soltó la guitarra y la puso con mucha delicadeza en el suelo. Yo hice lo mismo. Y le pregunté sorprendida: -¿Por qué has parado, Niall? Si no me equivoco, ahora tocaba tu solo, ¿no? -Tienes la voz de un ángel, (tu nombre). ¡Cantas fenomenal! ¿Por qué nunca me lo habías dicho? No me digas que te daba vergüenza, por favor.
-Niall... La verdad... es que... nunca me había parado a pensarlo, porque... tengo pánico escénico. - le dije mirando al suelo. -No digas eso, por favor (tu nombre). Esto no puede ser.¡Eres increíble! ¿Nunca te lo ha dicho nadie? - me dijo, alzando mi mirada hacia la suya. -Sí. Lo sé. Es absurdo. Deprimente. -No es verdad. No deberías avergonzarte de eso. Pero, es que, además, cantas fenomenalmente bien. ¡¡Podría llamar a Simon para decirle que te deje entrar en TXF!! - dijo emocionado. -¡No, Niall! ¡Por favor! ¡No hagas eso!- le dije un poco enfadada. -Bueno, si lo tienes tan claro, entonces, te dejo. - dijo con la mirada en blanco. -¡¡No!! ¡No te vayas, Niall! - grité, agarrándole de la mano. -Pues, a cambio quiero que me dejes hacer una cosa, ¿de acuerdo? - dijo girando la mirada hacia mi. -Sí. Prometido. - dije decidida, aunque no sabía muy bien lo que quería. Pero, en ese momento, me daba igual.
Pasó media hora, y estuvimos todo el tiempo en mi cuarto, hablando de esto y aquello. -Bueno, todavía no te he enseñado la terraza. - dije sonriendo. -¡Vamos!
Me cogió de la mano, mientras yo le guiaba a través de los pasillos de la casa. Cuando estábamos prácticamente allí, aparté una cortina que separaba la terraza de la otra parte de la casa, en la que habíamos estado anteriormente, y él me apartó el pelo de la cara y me dio un beso.

CAPÍTULO 29


-¡Hola, (tu nombre)! - gritaron los dos al unísono. -¡Hola chicos! ¡Pero qué mayores estáis ya! ¡No sigáis creciendo, que a este paso me vais a alcanzar! - dije, dándoles un abrazo enorme, porque al fin y al cabo, eran mis primitos pequeños y los quería muchísimo. -Jajaja. ¿Quién es este chico, (tu nombre)? - dijo Greg. -¡Es su novio! ¿A que sí, (tu nombre)? - gritó de inmediato Mollie. -¡Qué lista eres, Mollie! Jajaja. Me llamo Niall. - dijo él dándole un beso en la mejilla. -¡Eres muy guapo, Niall! Jejeje. - dijo Mollie abrazándolo tiernamente. -Muchas gracias, Mollie. Pero, ya estoy pillado. Lo siento. - le susurró Niall.
Pasado un rato, fuimos hacia el piso de arriba, donde estaban las habitaciones y la enorme terraza con la piscina. -Tus primos son adorables, (tu nombre). - dijo Niall sonriendo. -¡Sí! Me encantan los niños pequeños. Cuando tenían dos años siempre estaba cuidándoles y jugando con ellos. Son como mis hermanos pequeños. -A mi también. Siempre que veo un bebé no puedo resistir la tentación de cogerlo en brazos y mecerlo hasta que se queda dormido. Jajaja. - murmuró. -¡Qué tierno eres!
Él utilizó una de sus tácticas infalibles; mirándome a los ojos y luego dándome un enorme e infinito beso. Cuando llegamos a la segunda planta, le dije: -Bueno, aquí están las habitaciones y hay dos cuartos de baño. Por cierto, mis primos se van mañana, así que esta noche Eoghan ocupará tu cuarto.                                                          -¿Y si solo fuese un suponer, que durmiese en tu habitación? - dijo poniendo una carita a la que no me pude resistir. -¡Por supuesto que sí! - dije con las mejillas enrojecidas.
Continuamos el recorrido por el piso de arriba, y llegamos a la sala de estar, donde teníamos un enorme piano de cola, de un color negro azabache. La sala tenía las paredes de cristal, y un sofá color crema.
Me acerqué al piano y pensé: Es increíble que Niall Horan esté aquí, en mi casa. A mi lado. No me lo creo. Pero, para asegurarme miré a mi lado y allí estaba. Mi querido Niall. -Bueno... Este... es el salón. - dije. -¡Tu casa es preciosa! Me recuerda mucho a la casa de Edward Cullen, en Crepúsculo. ¿A ti no te lo parece? - dijo impresionado, mirando a su alrededor y examinando cada minúsculo detaye de la decoración. -¡Sí! Jajaja. Cuando mis tíos se la compraron, pensé lo mismo. - dije riéndonos los dos a la vez.
-¿Dónde esta tu habitación, (tu nombre)?- dijo con aire interesante.                                          -Está aquí. Puerta con puerta, prácticamente.

CAPÍTULO 28


-Creo que Harry y mi tía ya se han bajado, porque ya hemos llegado. - dije, mirando para todos lados. -Pues, bajamos ya, ¿no? - murmuró Niall. -¡Vale!
Cuando entramos, vi a mi primo Eoghan, que vino corriendo hacia mi, gritando: -¡Hola, (tu nombre)! ¡Cuanto tiempo sin verte! ¡Has cambiado mucho! -¡¡Hola, Eoghan!! ¿Cómo van las cosas por aquí? Por cierto, tú también has crecido muchísimo! Aunque ya sabes que yo soy más bajita que tú. Jajaja. - respondí.
Pero, cuando me di la vuelta para presentarle a Niall, me fijé en que estaba mirando para otro lado, como si se sintiese incómodo en esa situación; entonces, Eoghan, me cogió en brazos y me dio una vuelta en el aire. -¡Te he echado mucho de menos, primita! ¿Cuánto tiempo os vais a quedar? - dijo -Pues,habíamos pensado en un mes más o menos, porque tenía ganas de pasar más tiempo con... Ah! Se me olvidaba! Te presento a Niall, mi... -¡Su novio! - saltó Niall, robándome un beso, mientras me quitaba del lado de Eoghan. -¡Encantado, Niall! - dijo Eoghan, con la mirada clavada en el suelo. -Pensé que no tenías novio, (tu nombre) Y... ahora que lo pienso... tu cara me suena mucho, Niall. ¿Eres modelo o … ? – continuó. -Es Niall Horan, el mejor cantante del universo. Y toca la guitarra como nadie lo ha hecho nunca. Es sumamente increíble. - dije, mirando a Niall. Entrelazamos los dedos, y Niall dijo: -Soy de la banda One Direction. Y... el otro chico que ha venido con nosotros se llama Harry, y también está conmigo en la banda. Creo que está hablando con vuestra tía. -¡Ah! He oído hablar de esa banda tuya, no es mi estilo, pero no está mal. A mi primita le volvéis loca. Se pasaba cada segundo tarareando vuestras canciones. - concluyó Eoghan. -Bueno... Creo que será mejor que te vaya presentando a los demás Niall... - dije, sonrojada por lo que había dicho anteriormente mi primo.
-¡Hola, guapa! -¡Hola tío Philipe! - dije dándole un fuerte abrazo, dado que no le veía desde hace ya mucho tiempo. -¿Y este irlandés que llevas de tu mano, quién es? - dijo entre risas. -¿Cómo sabes que es irlandés? - pregunté asombrada por la pregunta de mi tío. -Se ve a primera vista, querida. Rubio, ojos azules, cara de duende irlandés. Jajaja. -Niall Horan, señor. - dijo Niall, estrechando la mano. -¡Mucho gusto, señor Horan! Mi sobrina nos ha hablado de ti y de tu grupo varias veces, desde que os conoció.
Acto seguido, le apreté la mano a Niall y le dije al oído: -Vamos, Niall. Quiero enseñarte las instalaciones de la casa. Pero, cuando íbamos hacia la cocina... aparecieron de la nada mis dos primos pequeños: Mollie y Greg.