Cuando
nos terminamos el té, me levanté y fui hacia la enorme pared de
cristal por donde se podía ver el bosque que había rodeando la
casa.
Unas manos rodearon dulcemente mi cintura y solté una pequeña
risita. -¡Estaba
buenísimo, (tu
nombre)! Muchas
gracias – susurró Niall, retirándome el pelo de la cara.
-De nada, Niall. Me alegro mucho de que te haya
gustado. - le respondí acompañándome de una sonrisa.
-Ahora recuerdo que hoy teníamos algo
planeado, ¿no, (tu
nombre)? - dijo
pensativo. -Es verdad. ¡Ahora vengo!
Fui hasta mi habitación y
cogí las dos guitarras para que tocásemos los dos juntos, como
acordamos el día anterior.
Pasé a la
sala de estar y vi a Niall mirando los discos de música que había
en las estanterías.
Me
senté delicadamente en el sofá que había más cerca de la ventana
y empecé a afinar un poco la guitarra.
De repente, Niall se dio la vuelta y se quedó observándome
como me desenvolvía con la guitarra, pero yo no me daba cuenta.
Pasados unos cortos minutos, se acercó sigilosamente.
-Estás monísima tocando la guitarra, (tu
nombre). - murmuró.
-Gracias, Niall. - dije, quitando la mirada de las cuerdas de mi
guitarra. Él cogió
la otra guitarra, la cual había dejado apoyada a mi lado.
-¿Comenzamos, princesa? - dijo, mientras afinaba.
-¡Claro! -
respondí sonriendo.
Empezamos
a tocar y Niall cantaba mientras rozaba con delicadeza y dulzura las
cuerdas de la guitarra.
Me
quedaba continuamente mirándole, pero él seguía con la mirada fija
en la guitarra.
Cuando terminamos, Niall se acercó a mi y la dejó
con mucha las guitarras sobre la enorme alfombra color violeta, que
se extendía por la mayor parte de la habitación.
-Ha
sido muy... especial, Niall. Me ha encantado poder tocar contigo. -
dije con una sonrisa en los labios.
- Lo mismo digo. Pero, no me gusta que hayas dicho tocar
contigo, porque lo has dicho
como si yo fuese especial...
- Es que... eres muy especial... para mí... -
continué.
- No... me refiero a que lo dices como si fuese
alguien superior, con el que nunca te habrías imaginado estar,
alguien extraño. - siguió, esta vez con la mirada clavada en el
suelo. - ¡No! No, Niall. No es por
eso. Es porque me gustas mucho y simplemente me ha parecido
fantástico el haber tocado con una persona como tú; con mi irlandés
favorito; con Niall James Horan.
Él
cortó mi explicación dándome un beso; aunque no me importó en
absoluto que lo hiciese.