5.19.2013

CAPÍTULO 36


Llegamos al piso de arriba y Niall dijo, advirtiéndole a Greg: 
-Ten cuidado, peque. No vaya a ser que te pase como a (tu nombre), ¿eh?                           -Es verdad, Greg. Haz caso a Niall, ¿vale? -dije, mirándole a Niall, mientras él me devolvía una sonrisa. -¡Vale! -asintió el pequeño. Nos sentamos en el chill-out y mientras Niall me jugaba con mi pelo: -Es muy bonito, ¿verdad, Greg? - pregunté mirando al cielo. Entonces, Greg bostezó y miré la hora en la pantalla del móvil de Niall. ¡¡Eran las 11.30 p.m.!! -¡Anda, ven, canijo!Vente con nosotros, ¿vale? - dijo Niall, señalando la “cama”, por así decirlo, en la que estábamos sentados él y yo. Cogí a Greg en brazos y se quedó dormido en sus brazos. Niall miraba la forma en la que mecía al pequeño. -Esto se te da muy bien, (tu nombre). - murmuró. -¿Quieres cogerlo tú un rato, Niall? - le pregunté. Él asintió con la cabeza y se lo acerqué con cuidado.
Pasado un rato, me tumbé porque estaba un poco cansada de estar todo el rato sentada y me quedé mirando las estrellas y pensé en lo que me había dicho antes Niall: “Cuenta el número de estrellas y sabrás cuanto te quiero.” Y giré la cabeza para mirarlo una vez más, y él seguidamente, dejó a Greg apoyado sobre unos cojines que había a su lado y se tumbó a mi lado. -Estás temblando, (tu nombre). - dijo. -Sí, es que tengo un poco de frío. Me acurruqué apoyada en su pecho, mientras él tarareaba una melodía que me resultaba muy muy familiar. -Estás tarareando 'The Man Who Can't Be Moved'. ¿Verdad, Niall? -Sí. Pero, ¿Cómo lo sabes? - dijo impresionado. -Es que, hace unas semanas la saqué con la guitarra. Jajaja. Es una de mis canciones favoritas y cuando estoy triste la canto. -A mi me pasó lo mismo, desde que la canté en el concurso de Lluvia de estrellas, Jajaja. ¿Te apetece que mañana la toquemos juntos, (tu nombre)? -¡Claro, Niall! ¡Estoy impaciente! - dije con una gran sonrisa en mi cara. Greg seguía dormido. Yo tenía mucho sueño (eran las 12 de la noche), y le dije a Niall bostezando: -Niall... Tengo mucho sueño. -¿Sí? La verdad, es que, yo también. - dijo uniéndose a mi bostezo. -Buenas noches, Niall – dije regalándole un beso.                                                                        -Buenas noches, princesa.
Nos dormimos abrazados. Este fue un momento más que guardar en el cajón donde iba almacenando los recuerdos que tenía con él.   

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