Me
hice un corte muy profundo en la palma de la mano, al haberme
pinchado con una astilla que sobresalía de un tablón de madera que
había en el borde de la piscina.
Comenzó a salir sangre de la herida, Niall
me cogió en brazos y me dijo:
-No te preocupes, (tu
nombre).
Estoy aquí. Te voy a llevar al baño y te curaré esa herida, ¿vale?
Entramos
en el cuarto de baño, y le dije a Niall con la voz sollozante:
-El botiquín está detrás de ti, Niall.
-De acuerdo. Puede que esto te escueza un
poco. Tranquila, no mires a la herida, mira hacia mi, ¿eh? Será un
momento.
Cuando
me echó el agua oxigenada, me ardía la mano y se me escapó una
lágrima, pero él puso un dedo en mi mejilla y la eliminó por
completo.
-¿Te duele mucho, (tu
nombre)?
Todo ha sido por mi culpa, Dios mío! ¡Lo siento tanto, (tu
nombre)!
-Tranquilo. No es culpa tuya. Es que soy muy patosa. ¡Muchas
gracias! Siempre estás cuidando de mí y nunca te lo he agradecido
lo suficiente.
-No, mujer. No me des
las gracias. A fin y al cabo, un príncipe debe cuidar de su princesa
y aquí estamos.
Sus palabras volvieron a dibujar una enorme sonrisa en mi
cara y a continuación, en la suya.
-¡Oh,
Dios! ¡Lo siento! - dije mirándome la herida.
-¿Pides perdón por sangrar? No sé, lo veo un poco estúpido.
Porque... he sido yo quien ha hecho que corrieses y que te
resbalases.
-Bueno,
lo peor ya ha pasado. Ahora, solo queda vendar la herida. - continuó.
-¡Vale! - respondí
sonriendo.
Él estuvo un buen rato
liando vendas en mi pequeña y ahora delicada mano.
-¡Listo,
(tu
nombre)!
- dijo aliviado.
-¡Muchas
gracias... Niall! - dije, lanzándome a sus brazos.
Nos
quedamos abrazados, pero de nuevo apareció Harry, y a espaldas de
Niall me hizo un gesto poniéndose el dedo índice en la boca y
susurrando:
-Ya me voy...
Yo le respondí con una sonrisa y él se alejó; mientras yo lo
hacía poco a poco de Niall.
-C...Creo que
ya tenemos que bajar a cenar... Niall. - dije, con un tono de voz
nervioso.
-Menos mal, porque tengo un hambre
increíble. Jajaja. - dijo entrelazando nuestras manos y llevándome
hacia la cocina.
Cuando
estábamos bajando las escaleras, Mollie vino hacia mi y me dio un
enorme abrazo. Ella me quería mucho,
porque para ella era como la hermana mayor que nunca tuvo, y me dijo
muy preocupada:
-¿Q...qué te ha
pasado, (tu
nombre)? Yo le sonreí y le dije para que no se preocupase:
-No es nada... es que... me he... cortado. (en cierta manera era
cierto)
-¡Tienes que
tener más cuidado! - dijo sonriendo.
-No te preocupes, Mollie. Yo estaré siempre a su lado, para que
esté a salvo, te lo prometo. - dijo Niall dándome un dulce beso en
la mejilla y jugando con mi pelo.
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