7.23.2013

CAPÍTULO 7

Al despertarme de mi corta aunque prometedora siesta, me di cuenta de que íbamos por Burdeos; donde había un montón de iglesias que se podían ver claramente entre los prados verdes de la región.

Después de estar mirando el paisaje por la pequeña ventanilla, me di la vuelta y me encontré a Niall delante de mis narices mirándome.

- H... ¡Hola de nuevo... Niall!
- ¿Ya te has despertado? No tienes el sueño muy pesado, ¿eh? - murmuró.
- ¡Qué va! Es solo que no me he podido dormir del todo... Pero ¡me encanta dormir!
- Jajaja ¡A mi también! A veces, incluso me quedaba dormido en mitad de las clases , porque a parte de comer, dormir es mi hobbie favorito. Jajaja. Por cierto, ¿cuál es el tuyo? - me preguntó.
- Creo que eso ya lo sabes, Niall. ¿Me equivoco?
Él respondió con una de sus sonrisas torcidas tan sensuales como siempre.
- Aaah... Qué pequeño es el mundo... - suspiramos los dos a la vez.

Pasada media hora, estábamos los dos hablando de esto y aquello, cuando...

¡Harry apareció detrás nuestra y nos dio un susto de muerte!
Pero el caso es que nos reímos un montón.
- ¡Jajajaja! - gritó Harry - ¡Vaya caras habéis puesto chicos! ¡Deberíais haberlo visto! Jajaja
- ¡Harry! ¡Vaya susto! - rechistamos Niall y yo al unísono.
A lo que él nos respondió con cara de asombro, como si fuese obvio:
- ¡Por favor, chicos! ¡Se os veía tan acarameladitos que no he podido resistir la tentación, lo siento! Jejeje.
Entonces, me puse al rojo vivo y grité:
- ¡Oh, Harry! ¡Creo que te vas a quedar con la marca de las ventanillas del avión en la cara porque te la voy a estampar contra cada una de ellas!
Harry echó a correr por el pasillo del avión y yo detrás de él, mientras Niall gritaba divertido:
- ¡Vamos, (tu nombre)! ¡Tú puedes!
Hasta que llegamos a un punto en el que Harry no tuvo más remedio que entrar en el servicio porque sabía que si no lo hacía, tendría que vérselas conmigo. Pero lo que él no sabía hasta que entró en el baño que... ¡¡era el de las chicas!!


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