8.30.2013

CAPÍTULO 38


-Oh, no... Creo que se me ha congelado el trasero – dijo con voz preocupada pero a pesar de ello, con una divertida sonrisa en su semblante.
Me levanté de encima suya y le ayudé a ponerse de pie.
De repente, estornudamos a la vez y una carcajada despampanante se nos escapó.
-¡Joder! Nos hemos resfriado! – dijimos también al unísono.
-Bueno, cuidaremos el uno del otro – ideó Niall sonriendo tan dulcemente como siempre.
-Estoy de acuerdo... Achúuuus! – otro maldito estornudo salió de mí – Ups! Lo siento...
-Da igual... Eres asquerosamente adorable, (tu nombre).
-Aww... Que detalle, cariño – le dije con una sonrisa sarcástica.
-Te amo, (tu nombre).
-¿Con mocos y todo?
Una carcajada resonó por toda la casa.
-Con mocos y todo – musitó dándome un beso “esquimal” (Es un beso que se da frotando la nariz del otro con la tuya varias veces)
-Bueno, será mejor que entremos –. dije tiritando.
-Oh, mi mocosa tiene frío –. Un chico listo; pensé.
Me abrazó fuertemente contra él.
A continuación, volvimos a entrar en casa y Maura estaba apoyada en el sofá con la mirada fija en nosotros. Y se me escapó un inoportuno estornudo.
-Buenos días –. fue lo único que se me ocurrió decir.
Niall intentó disimular una sonrisa.
Maura se acercó corriendo a nosotros trayendo dos mantas consigo.
-¡Estaréis calados hasta los huesos! –. dijo mientras nos rodeaba el cuerpo con las mantas.
Por fin algo de calor... ; pensé. No dejaba de dar tiritones. Niall me cogió fuerte de la mano y tenía la temperatura corporal de un cubito de hielo.
-¡Vamos! ¡Pasad! ¡Rápido! No pensaréis quedaros ahí parados, ¿no? –. comentó Maura mientras pasaba directa hacia la cocina.
-Sentaos, os prepararé algo caliente.
Hicimos lo que nos dijo y me acurruqué sobre el pecho de Niall. Él me rodeó con sus brazos y poco a poco dejaba de temblar como un flan.
-Aquí tenéis, chicos –. Maura nos ofreció unas tazas de té caliente.
-Gracias, señora Horan –. dije y de repente estornudé.
-Vaya catarro que has pillado, cariño –. dijo con rostro horrorizado.
-Tranquila, mamá –. intervino Niall – No le pasará nada más mientras estemos juntos, ¿no es así, chica misteriosa?
Asentí ruborizada y un poco nerviosa.
-Bueno, en ese caso os dejo solos... No salgáis fuera, ¿de acuerdo?
-¡Sí! – gritamos obedientes al unísono.
Maura subió al piso de arriba mientras Niall jugaba con mi pelo y yo intentaba no quemarme con el té. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario