- ¿Puedo preguntarte algo? - dijo.
- Lo que sea. - sinceramente, con tal de escuchar su voz me daba igual lo que me preguntase.
- ¿Cuántos años tienes?
Me quedé unos segundos pensando en su pregunta. ¿Por qué me lo habrá preguntado?
- El mes pasado cumplí 18. ¿Por qué lo dices? - fruncí el ceño.
- No te lo puedo decir. Tendrás que esperar... - musitó con una sonrisa traviesa en los labios.
- ¿Cuánto?
- ...Un mes.
Miré inmediatamente la pantalla de mi móvil y vi que estábamos a 24 de Noviembre. Osea, que si mis cálculos eran correctos... ¡Sería en Nochebuena!
Volví la mirada hacia el rubio y se dio cuenta de que había averiguado el día.
- Te tendré atrapada un mes aquí si tu tía no deja que te quedes en Navidad. - su voz sonaba amenazante pero tierna al mismo tiempo.
- Entonces, espero que se niegue en rotundo. - solté una risita.
- Chica mala... - negó con la cabeza varias veces mientras que esa sonrisa traviesa no se borraba de su cara.
- TU - resalté el Tu - chica mala. - le corregí.
- Con que, a parte de mala eres lista. Muy bien.
Eché un vistazo a nuestro alrededor y Harry ya se había ido mientras que mi tía venía hacia la cocina. (donde estábamos nosotros)
- ¡Buenos días chicos! - nos saludó.
Niall rodeó mi cintura con su brazo.
- ¡Buenos días! - dijimos los dos al unísono.
- ¿Tenéis plan para hoy? - nos preguntó, mientras se preparaba un café y tostadas.
- No, creo que no. - me lancé a por una de esas deliciosas tostadas. Y cuando me la metí en la boca, Niall se abalanzó sobre mí y le dio un mordisco.
- ¡Auch! - solté una risita, la cual no hizo que fuese muy real mi expresión de dolor.
Él soltó una carcajada y me quitó la tostada, la cual se comió en cuestión de segundos.
- Bueno, lo decía porque Albert me ha llamado y se me ha ocurrido que nos fuésemos un día a Dublín. - expuso mientras tomaba la taza de café mientras se fumaba un cigarrillo, su vicio por excelencia.
- ¡Claro! ¡Tengo muchas ganas de verle! - exclamé con una enorme sonrisa.
Era mi mejor amigo y lo quería mucho. Había pasado tanto tiempo.
- En ese caso, salimos en media hora. - se despidió de nosotros y me dio un beso en la mejilla.
- Lo que sea. - sinceramente, con tal de escuchar su voz me daba igual lo que me preguntase.
- ¿Cuántos años tienes?
Me quedé unos segundos pensando en su pregunta. ¿Por qué me lo habrá preguntado?
- El mes pasado cumplí 18. ¿Por qué lo dices? - fruncí el ceño.
- No te lo puedo decir. Tendrás que esperar... - musitó con una sonrisa traviesa en los labios.
- ¿Cuánto?
- ...Un mes.
Miré inmediatamente la pantalla de mi móvil y vi que estábamos a 24 de Noviembre. Osea, que si mis cálculos eran correctos... ¡Sería en Nochebuena!
Volví la mirada hacia el rubio y se dio cuenta de que había averiguado el día.
- Te tendré atrapada un mes aquí si tu tía no deja que te quedes en Navidad. - su voz sonaba amenazante pero tierna al mismo tiempo.
- Entonces, espero que se niegue en rotundo. - solté una risita.
- Chica mala... - negó con la cabeza varias veces mientras que esa sonrisa traviesa no se borraba de su cara.
- TU - resalté el Tu - chica mala. - le corregí.
- Con que, a parte de mala eres lista. Muy bien.
Eché un vistazo a nuestro alrededor y Harry ya se había ido mientras que mi tía venía hacia la cocina. (donde estábamos nosotros)
- ¡Buenos días chicos! - nos saludó.
Niall rodeó mi cintura con su brazo.
- ¡Buenos días! - dijimos los dos al unísono.
- ¿Tenéis plan para hoy? - nos preguntó, mientras se preparaba un café y tostadas.
- No, creo que no. - me lancé a por una de esas deliciosas tostadas. Y cuando me la metí en la boca, Niall se abalanzó sobre mí y le dio un mordisco.
- ¡Auch! - solté una risita, la cual no hizo que fuese muy real mi expresión de dolor.
Él soltó una carcajada y me quitó la tostada, la cual se comió en cuestión de segundos.
- Bueno, lo decía porque Albert me ha llamado y se me ha ocurrido que nos fuésemos un día a Dublín. - expuso mientras tomaba la taza de café mientras se fumaba un cigarrillo, su vicio por excelencia.
- ¡Claro! ¡Tengo muchas ganas de verle! - exclamé con una enorme sonrisa.
Era mi mejor amigo y lo quería mucho. Había pasado tanto tiempo.
- En ese caso, salimos en media hora. - se despidió de nosotros y me dio un beso en la mejilla.
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