Algo
había cambiado cuando abrí los ojos por la mañana.
Era
la luz, algo más clara aunque siguiera teniendo el matiz gris
verdoso propio de un día nubloso en Mullingar. Comprendí que
faltaba algo más, mi querido Niall no se encontraba a mi lado. La
niebla que solía envolver mi ventana tampoco estaba.
Me
levanté de la cama de un salto para mirar fueran y una sonrisa de
oreja a oreja se dibujó en mi semblante.
Una
fina capa de nieve cubría el césped y el techo del coche de Niall,
y blanqueaba el camino, pero lo malo era que toda la lluvia del día
anterior se había congelado, recubriendo las agujas de los pinos con
diseños fantásticos y hermosísimos, aunque convirtiendo la calzada
en una superficie resbaladiza y mortífera.
Opté
por ir de puntillas para no despertar a nadie a mi habitación y
coger algo de ropa que ponerme. Me decanté por esto: http://www.polyvore.com/at_office/set?id=92424070
A
continuación, volví al cuarto de Niall para poner mis cosas en su
sitio.
La
verdad, es que en ese sentido soy muy desordenada, pero lo considero
mi propio orden aunque mi querida madre no lo entienda.
Bueno,
al terminar bajé (otra vez de puntillas) hacia la cocina porque
tenía un hambre colosal.
Estando
ya en el piso de abajo, cogí de la alacena un paquetito de Twinings
Revitalising y puse a hervir un poco de agua. Como acompañamiento
elegí una barrita de muesli y una manzana. Cogí una taza y me serví
el té.
Me
disponía a sentarme en el sofá, y unas manos me rodearon la
cintura. Supuse que era Niall así que le planté un beso.
Pero
cuando mis labios rozaron los suyos noté algo distinto, no eran sus
labios. En ese momento abrí los ojos y vi quién era.
-Besa
usted muy bien, (Tu nombre) –.
dijo Harry con una sonrisa dulce en los labios.
-Lo
siento, Harry. No era mi intención. Pensé que eras otra... –. no
me dejó terminar y puso uno de sus finos y fríos dedos sobre mis
labios.
-Niall,
ya lo sé. Tranquila, no pasa nada. Me ha gustado mucho tu beso –.
sus ojos verdes brillaban de... ¿pasión?
-Por
favor, Harry... –. desvié la mirada hacia otro lugar que no fuesen
sus ojos ardientes –. Yo estoy con Niall... No me hagas esto...
-Por
un besito más no pasa nada, nena –. murmuró con un mohín --. ¿Eres consciente de lo apetecible que estás ahora? Creo que tenemos un estilo parecido, ¿no te parece, nena? --. me puso un mechón de pelo detrás de la oreja y me miraba intensamente a los ojos.
Me
mordí el labio.
-No
hagas eso –. dijo mirándome directamente a los ojos, lo que me
obligó a hacer lo mismo.
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