Niall lo ignoró.
- Tienes un aspecto espantoso. - me dijo al tiempo que esbozaba una amplia sonrisa.
El bamboleo de su caminar no ayudaba. Me sostenía con cuidado lejos de su cuerpo, soportando todo mi peso sólo con los brazos, sin que eso pareciera afectarle.
- ¿De modo que te desmayas al ver sangre? - preguntó.
Aquello parecía divertirle.
No le contesté. Cerré los ojos, apreté los labios y luché contra las náuseas con todas mis fuerzas.
No sé cómo abrió la puerta mientras me llevaba en brazos, pero de repente hacía calor, por lo que supe que habíamos entrado en su coche.
En unos pocos (o por lo menos, lo fueron para mí) minutos, estábamos en su casa.
Niall parecía ansioso cuando me rodeó la cintura con el brazo y puso mi brazo sobre su hombro. Me apoyé pesadamente sobre él mientras nos acercábamos lentamente (por suerte) hacia el sofá. Seguidamente, Niall me tumbó con máxima delicadeza sobre este.
- Tienes un aspecto espantoso. - me dijo al tiempo que esbozaba una amplia sonrisa.
El bamboleo de su caminar no ayudaba. Me sostenía con cuidado lejos de su cuerpo, soportando todo mi peso sólo con los brazos, sin que eso pareciera afectarle.
- ¿De modo que te desmayas al ver sangre? - preguntó.
Aquello parecía divertirle.
No le contesté. Cerré los ojos, apreté los labios y luché contra las náuseas con todas mis fuerzas.
No sé cómo abrió la puerta mientras me llevaba en brazos, pero de repente hacía calor, por lo que supe que habíamos entrado en su coche.
En unos pocos (o por lo menos, lo fueron para mí) minutos, estábamos en su casa.
Niall parecía ansioso cuando me rodeó la cintura con el brazo y puso mi brazo sobre su hombro. Me apoyé pesadamente sobre él mientras nos acercábamos lentamente (por suerte) hacia el sofá. Seguidamente, Niall me tumbó con máxima delicadeza sobre este.
Cuando
pude sentir debajo mía el suave tejido del sofá me di cuenta de que
Niall estaba hablando con su madre. Se giraron hacia donde me
encontraba y vieron que me había despertado.
-Voy
a traerte un poco de hielo, cariño -. me dijo Maura con una dulce
sonrisa.
Ella
se alejó, mientras que su hijo venía en mi dirección.
De
repente, vi que lo tenía al lado acariciándome el pelo suavemente.
De la misma manera que siempre. No podía dejar de mirarle, pero me
acordé de Albert. ¿Cómo estará? ¿Qué le habrá dicho Niall?
-
Pobre Albert. Apuesto a que se ha enfadado.
- Me
aborrece por completo –. dijo Niall jovialmente.
- No
lo puedes saber –. disentí, pero en ese momento me pregunté si a
lo mejor sí podía.
- Vi
su rostro... Te lo aseguro.
-
Pues yo te aseguro que no --. le dije con tono desafiante.
Ya me
encontraba prácticamente recuperada. Las náuseas se hubieran pasado
con mayor rapidez de haber comido algo durante el almuerzo (solo tomé
un poco de ensalada y un vaso de agua), aunque, por otra parte, tal
vez era afortunada por haber tenido el estómago “vacío”.
Opté
por dejar caer mis párpados, los cuales me pesaban bastante debido
al cansancio que llevaba en el cuerpo, y detener mi mente un ratito.
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