8.30.2013

CAPÍTULO 35


-¿Que no haga qué?
-Morderte el labio –. musitó con una de sus manos en mi trasero y la otra acariciando mi mejilla.
-¿Por qué? –. no sé porqué no le pegué una bofetada, una parte de mi subconsciente me decía: “¡Vamos, nena! ¡Dale otro morreo!” Mientras que la otra: “No le seas infiel a Niall, piensa en cómo se sentiría si te viese así.”
El caso es que le hice caso a la primera propuesta, pero antes dejé que me diese una explicación lógica a mi pregunta. Curvé una ceja y esperé su respuesta.
-Porque me dan ganas de... –. paró un momento como si su subconsciente funcionase de la misma manera que el mío y estuviese pensando en cuál elegir –. De hacerlo aquí mismo, joder! –. exclamó pasándose la mano por su pelo.
-Deja que compruebe algo –. murmuré acercándome lentamente hacia él y rodeando su cuello con mi mano. Cerré los ojos e inspiré profundamente, mientras que él parecía tenso pero divertido al mismo tiempo. Le di un beso, esta vez más largo que el anterior. Besaba tan bien. Debía mantener la cabeza en su sitio pero me resultaba imposible parar, al igual que a él.
-Oh, Dios... No sé porqué he hecho eso... – dije con la respiración agitada.
-Yo sí... – me susurró al oído con la voz ronca – Me amas... me amas, (tu nombre).
No podía. No debía seguir con esto.
-Discúlpame, Harry. No puedo –. fui corriendo hacia mi habitación y en ese momento, choqué contra alguien; que me cogió en brazos.
-¡Eh, toro! – Oh, no! Era la voz de Niall – ¿A qué viene tanta prisa, eh?
-No es nada. Déjame, por favor. – mi voz a penas se escuchaba y no era capaz de mirarle a la cara.
Me encerré en la habitación dejándole allí plantado. Me dolía en el alma. ¡Oh, Dios! ¿Cómo le he podido hacer eso? ¡Es mi novio! Y él es su mejor amigo! No me lo puedo creer, ¿cómo he sido tan estúpida? Espero que no le pregunte nada a Harry. Estoy muerta. Sepultada para el resto de mi vida. ; pensé entre sollozos.
Caí en mi cama y estuve llorando alrededor de una hora. Al final, me quedé dormida.

De repente, pegaron a la puerta.
-Si eres Harry no entres –. dije con la voz ronca y casi inaudible.
Harry entró disparado hasta mí y se sentó a mi lado.
-Lo siento, preciosa. No sé lo que ha pasado, te pido perdón por mi actitud. No he sabido controlarme y no he pensado en que tú estabas con Niall. Él es como un hermano para mí –. no le dejé terminar, y esta vez fui yo la que le callé poniendo mi dedo índice sobre sus labios.
-Harry, no te pongas triste. He sido yo la que no ha sabido controlarse. Mis impulsos dominaron mi mente y mi cuerpo y no supe parar. Soy yo la que te tiene que pedir disculpas, no hace falta que sufras por algo que he hecho yo –. le dije mientras le daba un fuerte abrazo y un besito tranquilizador en la mejilla.

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