8.25.2013

CAPÍTULO 27

Aún seguía muy confusa. Me tumbé sobre un costado, puse la mejilla sobre el cemento húmedo y gélido de la acera y cerré los ojos. Eso pareció ayudar un poco.
- Vaya, te has puesto verde. - comentó Albert, muy nervioso.
- ¿(Tu nombre)? - me llamó otra voz a lo lejos.
Esa voz tan familiar... solo podía ser de una persona.
- ¿Qué le sucede? ¿Está herida?
Ahora la voz sonó más cerca, y parecía preocupada. No me lo estaba imaginando. Apreté los párpados con fuerza, me quería morir o, como mínimo, no vomitar.
Albert parecía  tenso.
- Creo que se ha desmayado. No sé qué ha pasado, no ha movido ni un dedo.
- (Tu nombre) - la voz de Niall sonó a mi lado. Ahora parecía aliviado. - ¿Me oyes?
- Ni... - gemí - ¿Niall?
Se rió por lo bajo.
Albert intentó acercarse, pero Niall lo detuvo y le dijo:
- Yo me encargo de ella. - intuí su sonrisa en el tono de su voz - Puedes volver a donde sea que estabas.
- No. - protestó Albert - Se supone que he de hacerlo yo, porque... ¿Tú quién eres?
El rubio soltó una risa burlona.
- Niall, Niall Horan. Y da la casualidad de que soy su novio. - resaltó esas dos últimas palabras.
De repente, la acera se desvaneció debajo de mi cuerpo. Abrí los ojos, sorprendida.
Estaba en brazos de Niall, que me había levantado en vilo, y me llevaba con la misma facilidad que si pesara 5 kilos en lugar de cincuenta.
- ¡Bájame! No hace falta que me lleves...
Por favor, por favor, que no le vomite encima. Empezó a caminar antes de que terminara de hablar.
- ¡Eh! - gritó Albert, que ya se hallaba a diez pasos detrás de nosotros.

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