6.24.2013

CAPÍTULO 45


Entrelazamos nuestros dedos y comenzamos nuestro paseo; Niamh iba siguiéndonos por detrás.
- Que tarde tan bonita hace, ¿verdad, Niall? - pregunté.
- Sí, una bonita aunque fría tarde de invierno.
En ese momento, me cayó una mota de nieve en la nariz y miré hacia arriba.
- ¡Está nevando, Niall! - grité muy sonriente.
- Jajaja. ¡Es verdad!
- Ahora va a ser el doble de románica – pensé, de nuevo en voz alta.
- Pues, ¡vamos a hacerlo el triple! - dijo Niall, rodeando sensualmente mi cintura y dándome besos rápidos que mis labios no eran a penas capaces de percibir.
Iba mirando a Niall, pero sin darme cuenta me resbalé con una placa de hielo que había por el camino.
Él tuvo unos reflejos increíbles y me cogió en sus brazos.
Nos quedamos paralizados, no sé si fue por la situación o por el frío que hacía.
Pero, a pesar de eso, me robó un beso.
- ¿Te has hecho daño, (tu nombre)? - me preguntó con voz preocupada.
- No, ¿y tú?
- Tranquila, no me he hecho nada esta vez. Aunque, llevamos una racha que no veas. Jejeje.
- ¡Es verdad! - concluí, levantándome con mucho cuidado del frío y congelado suelo.
Pasado un rato, miramos a nuestro alrededor, pero no veíamos a Niamh.
- ¿Has visto a Niamh? - dije mirando a todos lados.
- No, pero no te preocupes; seguro que lo encontramos, (tu nombre). No debe estar muy lejos.
- Eso espero, Niall. Porque si le pasa algo...
Comenzamos a buscarlo, buscarlo y rebuscarlo.
No lo veíamos por ninguna parte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario