-
Eoghan... Para, por favor. No lo hagas más difícil.
-
Entonces... Me estás diciendo que en realidad... ¡Te gusto! - dijo.
-
Ya... Ya hemos hablado de esto y...
-
¿Por qué no dejas a ese palurdo irlandés y te vienes conmigo, (tu
nombre)? No luches
contra tus sentimientos. - siguió, apegándome a su cuerpo, mientras
me retiraba el pelo de la cara.
-
Créeme... No estoy luchando contra mis sentimientos, dado que estoy
muy segura de quién estoy enamorada. Así que... Te vuelvo a pedir
que me sueltes, Eoghan.
Y
en ese momento, apareció mi querido irlandés por detrás y le gritó:
- - ¡Suéltala! ¿No ves que te lo ha
pedido?
-
¡Lárgate, capullo! - dijo Eoghan dándome un beso.
Niall
se quedó paralizado y... de nuevo, le pegué a Eoghan una patada en
el mismo lugar que antes.
Salí
disparada a los brazos de Niall, quien me dijo:
-
¡Ese gilipollas la ha cagado! ¿Estás bien (tu
nombre)?
Yo
asentí asustada y Niall me escondió detrás de él.
-
¡Has firmado tu sentencia de muerte, Eoghan! - gritó muy cabreado.
-
¿Por qué no te vas de una vez por todas con tus amiguitos músicos
y nos dejas en paz, Niall?
No
respondió pero sus ojos no brillaban como antes. Desató su enfado y
le pegó un puñetazo.
Eoghan
hizo lo mismo, haciéndole a Niall un corte en el labio inferior.
Fui
corriendo hacia él.
-
¿Estás bien, Niall? ¡Oh, Dios mío! ¡Niall!
-
No... pasa... nada... Tranquila, (tu
nombre).- respondió incorporándose.
-
¿Has visto lo que has conseguido, Eoghan? ¡Eres un...
-
No digas nada, (tu nombre). -
murmuró Niall – Vámonos...
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