-Parece
que me tiene bien atrapada, Señor LI Horan.
-¿LI
Horan? – pregunta confundido.
-”Loco
Insaciable” Horan –. Lo de LI se me ocurrió sobre la marcha y
pensé que le daría qué pensar.
-Umm...
En ese caso, te corrijo, nena... Soy un “Loco Insaciable”, pero
de tus besos –. ahora su otro brazo rodeaba mi cintura, y de un
solo movimiento volvió a unir nuestros labios.
-Entonces,
yo también soy una LI –. musité con una sonrisa en mis labios
mientras él seguía con la mirada fija en mis ojos.
Estuvimos
dos minutos aproximadamente sin decir nada, hasta que Niall rompió
el silencio:
-No
me dejes.
-Oh,
por el amor de Dios, ¡no!
¡No me voy a ir! –.
grito. Ya lo dije. No me voy a ir.
-¿De
verdad? – su voz era casi audible y tenía los ojos muy abiertos.
-¿Qué
puedo hacer para hacerte entender que no me voy a ir? ¿Qué puedo
decir?
Él
me mira, revelando su ¿miedo? ¿angustia?. Traga saliva.
-Hay
una cosa que puedes hacer.
-¿Qué?
– estallo.
-Cásate
conmigo –. me susurra al oído.
¿Qué?
¿De verdad él...
Por
segunda vez en menos de media hora, mi mundo se detiene.
Joder.
Miro al profundamente arruinado hombre que amo. No puedo creer lo que
acaba de decir.
¿Matrimonio?
¿Me está proponiendo matrimonio? ¿Está bromeando? No puedo
evitarlo, una pequeña, nerviosa, risa sale de mí. Muerdo mi labio
para evitar que no se convierta en una histérica y fallo
miserablemente. Me tumbo en el suelo y me rindo a la risa, me reí
como si nunca antes hubiera reído, grandes y catárticos aullidos de
risa.
Y
por un momento estoy en mi propia cuenta, viendo esta absurda
situación, y riéndome, una niña abrumada junto a un niño
arruinado, en cierto sentido.
Pongo
mi brazo sobre mis ojos, mientras mi risa se convierte en lágrimas
escaldadas. No, no...
Esto es demasiado.
Y
mientras la histeria disminuye, Niall suavemente levanta mi brazo de
mi cara. Y volteo a verlo.
Está
inclinado sobre mí. Su boca torcida con diversión irónica, pero
sus ojos están ardiendo. Oh,
no.
Gentilmente,
limpia una lágrima con la parte de atrás de sus nudillos.
-¿Encuentra
divertida mi propuesta, Señorita Horan?
Oh,
¡Niall! Lo alcanzo, y
acaricio su mejilla suavemente, disfrutando cómo se siente la barba
de un día bajo mis dedos. Dios, amo a este hombre.
-Señor
Horan... – lo miro y las palabras me fallan.
Me
sonríe, aunque las arrugas alrededor de sus ojos me demuestran que
está herido.
Es
serio.
-Me
estás hiriendo, (tu
nombre).
Me
siento y me inclino sobre él, poniendo mis manos sobre sus rodillas.
Miro su adorable cara.
-Niall...
-¿Te
casarás conmigo? – susurra, incrédulo.
Asiento
nerviosamente, sonrojándome. Ansiosa y casi sin creer su reacción.
¿Cómo no podía entender cuánto lo amaba?
-Dilo
–. ordena suavemente, con su mirada intensa y sexy.
-Sí,
me casaré contigo.
Inhala
fuertemente y se mueve de repente agarrándome y girando a mi
alrededor, en forma muy tipo Niall Horan. Se está riendo, joven y
desenfadado, irradiando entusiasta alegría. Agarro sus brazos para
sostenerme, sintiendo la ondulación de sus músculos bajo mis dedos,
y su risa contagiosa me arrasa, una chica total y enamorada de su
hermoso hombre. Él me baja y me besa. Fuertemente. Sus manos están
a ambos lados de mi cara, su lengua insistente, persuasiva...
excitante.
-Oh,
(tu
nombre) –.
respira contra mis labios, y es una alegría que me deja tambaleando.
Él
me ama, de lo que no tengo ninguna duda, y degusto el sabor delicioso
de este hombre, este hombre que un año atrás pensé que no podría
volver a ver de nuevo. Su alegría es evidente, sus ojos brillaban,
su sonrisa juvenil, y su alivio es casi palpable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario