9.12.2013

CAPÍTULO 45

-Lo siento - murmuró. Le busqué con la vista a tiempo de verle cerrar los ojos-. Contigo, resulta demasiado fácil ser yo mismo. Pero si lo que quieres es que no nos volvamos a ver y hacer como si no nos hubiésemos visto en la vida, así será... No te molestaré más - y se dio la vuelta caminando en dirección opuesta a mí.
-No quiero que te vayas -farfullé patéticamente, mirándolo fijamente hasta lograr que apartara la vista.
-Irme, eso es exactamente lo que debería hacer... -musitó poniendo los ojos en blanco.
Me interpuse entre su mirada y el infinito, y rompí su conexión.
-No, no lo vas a hacer... Harry... Yo estoy con Niall y tú... bueno... hasta hace un momento pensaba que estabas con Bella, pero...
-(Tu nombre), la razón por la que me atraes es... por tu forma de ser, tu simpatía, lo atenta que eres, tu sentido del humor... Niall tiene mucha suerte de tenerte a su lado... 
-Harry... Estoy a tu lado, ¿vale? Cuando necesites un abrazo me lo dices, cuando quieras desahogarte con alguien, llámame. Solo te pido que no vayas más lejos, porque no quiero que me vuelvan a hacer daño... Ya sufrí bastante cuando me separé de... vosotros -. cerré los ojos y fruncí el ceño desechando ese maldito recuerdo.
-De acuerdo... Mira, (tu nombre)... Te prometo que no te volveré a tocar... Solo si tú - resaltó esa última palabra-  me lo pides.
-Buen plan... Estricto... pero espero que eficaz -. le dije con una sonrisa dulce.
Él suspiró y su mirada iba del suelo a todas partes, menos a mí; así que decidí darle un abrazo, fuerte.
Le sorprendió bastante, pero pasados unos 7 segundos me recogió en su brazos y lo apreté más y más fuerte hasta que soltó un gemido.
Yo seguía con los ojos cerrados, y aún así me pude dar cuenta de que él también los tenía cerrados. Y me dio un beso en la cabeza (ya era más alto que yo).
Cuando nos separamos vi que una lágrima cristalina se deslizaba por su mejilla. Esta vez la que se sorprendió fui yo.
Nunca le había visto llorar. Siempre tenía ese gesto serio, muy... Harry Styles. Pero ahora parecía mucho más vulnerable.
-Gracias... por el abrazo... -. musitó.
Me acerqué a él y con mi mano le sequé la lágrima de su mejilla. Di un paso hacia atrás y me quedé mirando a otro lado con una sonrisa torcida.
-N... no hay porqué darlas... Todo el mundo necesita un abrazo...

Y en ese momento, me calló una gota de agua en la nariz. Miré al cielo y me entró otra en el ojo. Entonces bajé bruscamente la cabeza y Harry me miró y soltó una risita casi inaudible.

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