9.09.2013

CAPÍTULO 44

Ya detrás de él, puse las manos detrás de su nuca y le di un golpecito en los hombros. Pegó un salto enorme y yo solté una enorme carcajada. Gracias a Dios, había dejado la puerta de mi habitación cerrada.
Harry se giró y al ver mi rostro se le iluminó la cara. Su deslumbrante sonrisa salió a la luz.
-¡Eh! ¡Pero si es la chica de “Hoy te beso, mañana paso de ti”! –. dijo extrañado y con los ojos bien abiertos.
Bajé la mirada al suelo y fruncí el ceño. Pero él me cogió de la barbilla y levanté mis ojos hasta chocar con los suyos.
-Ven, anda... –. dijo atrayéndome a sus brazos. ¡Qué calorcito! : dijo mi subconsciente. Puse mis brazos al rededor de su cintura y pegándome más a su cuerpo.
-Harry... –. murmuré.
-Dime
Me separé un paso de él y dije casi en un susurro:
-Me gustaría... hablar contigo... . miré a otro lado que no fuesen sus ardientes ojos verdes, así que opté por mirar al suelo.
Él me levantó del mentón y me obligó a mirarle a los ojos. Mierda ; pensé mientras mi subconsciente se daba golpetazos en la cabeza con un enorme libro.
-Eh, nena... ¿Qué pasa?
-¿Podemos... hablar en otra parte?
Suspiró un poco irritado.
-Está bien -. me cogió fuertemente de la mano (la verdad es que me hacía bastante daño) y fuimos como un rayo fuera de la casa. Estuvimos andando, casi corriendo, a través de las calles hasta llegar a un parque muy bonito alejado de todo, pero al lado de la entrada a un bosque. Él paró en seco y se giró hacia mí.
-¿Te importa si continuamos un poco más? -. le pregunté con un aire misterioso.
-Si así lo desea la señorita... Así se hará... -. dijo haciendo una reverencia mientras una sonrisa torcida recorría su semblante. Me tendió la mano, la cual acepté con su mismo gesto anterior y nos adentramos en el bosque. Fuimos todo el camino agarrados de la mano. ¿El por qué? No lo sé...

Llegó un momento en el que paró y se giró hasta quedar justo en frente mía. Esos ojos verdes... Eran como una bomba de sensualidad, misterio y dulzura al mismo tiempo. 
Se quedó mirándome fijamente a los ojos durante un par de minutos. Empezaba a resultar un poco incómodo; así que desvié la mirada al suelo. Pero por fin se rompió el silencio.
-Vale, nena... ¿Para qué me has traído hasta aquí? -- sentía curiosidad en el tono de su voz. En ese instante alcé la vista y me encontré nuevamente con sus ojos.
Ahora su mirada era ardiente.
-Necesitaba hablar contigo... Hacerte algunas... preguntas... -- dije con la voz quebrada.
-Adelante, no te detengo.
Suspiré profundamente.
-Antes... Cuando te vi en la puerta de mi habitación mientras estaba con Niall... Noté que en tu mirada había algo distinto, raro... No era la mirada sexy, penetrante, ardiente y sensual de siempre... --. lo dije como lo pensé.
Al terminar esa última frase me di cuenta de que había pensado en voz alta.
Él se quedó atónito, pero reaccionó rápido y dijo:
-Me habían dicho varias veces eso, aunque debo admitir que nunca habría esperado que eso saliese de tu boca --. en ese momento, se acercó a mí lentamente. Su mirada se giró y ahora iba de mis labios a mis ojos y así sucesivamente.
-Deja que compruebe una cosa, por favor (tu nombre). -- se acercó más a mí, hasta que nuestras narices se rozaron. Solté un leve gemido y él soltó una risita.
-Ssssh --. susurró cerca de mis labio mientras ponía su dedo índice sobre ellos.
Cerré los ojos fuertemente porque sabía sus intenciones. Y todavía no había terminado con mi supuesto interrogatorio. Pero él apagó mis pensamientos, callándolos con un dulce, largo y sensual beso; el cual seguí a un ritmo acompasado al suyo.
No, esto no está bien! (Tu nombre), (Tu nombre)! Tienes que parar! Explícale lo que pasa y habrás terminado con esto. Dile lo que sientes y obliga a Harry a que te diga la verdad. Me día mi subconsciente.
Luché contra todas mis fuerzas y contra el deseo; y al final lo decidí. No iba a seguir ese camino. Ésta vez no.
Di un paso hacia atrás y me froté bruscamente los labios con el brazo, como si me diese asco (en realidad, fue increíble).
-¿Pero a ti que te pasa? Un día me dices que no me quieres ver más y al siguiente que mi mirada es sexy y ardiente. ¡Venga ya, por favor, (tu nombre)! Me tienes hecho un lío! -- en el fondo parecía divertirle el verme así de confundida.
Le lancé una mirada asesina, cara de pocos amigos, intentaba aparentar disgusto, desilusión, enfado, furia, rabia... y lo conseguí. Creo.
-No he terminado, ¿sabes? Y no creas que con tus... -- pensé en añadir adjetivos, pero luego decidí quitarlos-- besos vas a cautivarme o echarme para atrás --. dije con tono desafiante.
-¿A no? -- musitó alzando una de sus cejas.
-No -- le respondí directa -- Mira Harry, yo te quiero, ¿vale? Pero como amigo. ¿Nos hemos dado... algunos besos? Sí, lo hemos hecho. ¿Y qué? Lo hecho, hecho está, ¿no?
Él asintió rápidamente como si le hubiese impactado mucho mi cambio de tono y de carácter.
Me callé durante unos minutos y me puse de nuevo a pensar y a darle vueltas y vueltas al asunto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario